Quienes me conocen muy de cerca musicalmente se dan cuenta de que soy un fetichista sonoro. Muchas de mis canciones, al menos las de este disco, tienen mucho basamento en el fetiche sonoro, caprichos, instrumentos que me gusta usar y grabar, algunos incluso, con calidad sonora dudosa, pero que por capricho decidí utilizar. Tal es el caso del CASIO MT 40, con el cual compuse Devolveme Mis Cds, Mamarracho, No das, y no me acuerdo qué otras canciones compuse con ese teclado. Entonces grabé una nota del bajo, y la fui pitcheando, y así logré el bajo de Mamarracho, el de No das, el de Vos me cargás porque no tengo ganas de ordenar. Fue un método. En otras canciones usé algo un poco más pro, como ser en Sos tan Facil, bajos y teclados grabados del Microkorg, o en Verte bien, todos los sintetizadores son Vsts que tengo cargados en la laptop, Arp 2600, Nord Lead, Basic 64, y otros más
Este fetichismo sonoro me lleva a experimentar por un lado, y por el otro, a que el disco tenga momentos sonoramente muy diferentes, ambientes propios de cada tema. No sé si eso es lo adecuado, o lo que se suele usar en el mercado. Mis músicos me dicen hippie. Es probable que hayan temas que suenen más cálidos, y otros que suenen más rasposos y agresivos, pero bueno, es como un disco, y a la vez un compilado de una época. ya habrá tiempo de hacer obras conceptuales.
Volviendo al tema del fetichismo sonoro, el proceso pasa por cierta normalización general en esto, que todos los diferentes fetiches que exhibo en cada canción, estén enmarcados en un lugar general, en el mismo cuadro. Sería algo así como pintar con colores parecidos pero no iguales, pero que al ser vistos en secuencia, tengan un orden lógico. Es así como creo que el concepto que le estoy dando a todo sería arrancar bailando, en el medio poder tomarse un relax, volver a bailar, y un descenso y despedida final. Algo así sería este fetiche. Todo es un fetiche. Hasta que ya mis amigos me digan que me deje de joder y que arme temas con sonidos que garpen de pe a pa en lugar de dejarme llevar por fetiches sonoros personales.
