lunes, 17 de septiembre de 2012

Fiesta Rispè


La Fiesta Rispè me la habìa anticipado el queridìsimo Negro Moreno, que se ponìa muy bien, y que era algo asì como "la fiesta de twitter" y efectivamente lo era. Una pantalla donde salìan todos los twitts que ponìan la palabra Rispè era una de las principales atracciones de la fiesta.
En eso me entero (cuando llego) que el cantante de los Quindimils tuvo un problema legal que no vamos a aclarar màs porque oscurece, y que no podrìa estar, o sea que el mìo era el ùnico show de la fiesta. Desesperaciòn por parte de la organizaciòn, desazòn general. Una fecha tan esperada por ellos, estaba con el Bibi y el nuevo tecladista de los Quindi, haciendo suposiciones de què tipo de cosas podrìamos hacer, y la verdad que nada, no se podìa hacer nada para solucionar semejante cuadro.
En eso llegan unos chicos promotores de Prime que nos regalan forros. Y tambien me cruzo con los chicos de la Eyeliner, que trabajaban en la fiesta Rispè, directamente.
No habìa posibilidad de que Nico pueda venir, asì que hablè con Alan para modificar un poco la lista de temas, asì podemos hacer todas las monerìas q hacemos siempre con Paulita.
El Negromoreno estaba haciendo explotar la pista con unas cumbias hipnòticas, minutos antes de arrancar el show. Yo habìa bebido muy poco por suerte, asì que estaba todo bastante bajo control, y cuando salì a escena, todo se veìa enorme, el escenario del Irreal es grande, y podìa jugar con una movilidad que casi nunca tenìa disponible en los pequeños escenarios indie.
Alan tocaba como un demonio, y con Paulita nos divertìamos performeando en el enorme escenario. Habìa gente prendida al show, y parte de la fiesta q un poco parecìa ignorar, habìan pendejas, tipos. De todo. Yo me divertì muchìsimo con el show, y todo explotò hacia el final.
Nos retiramos en medio del quilombo, sacamos las cosas del escenario ràpidamente, que venìan unas chicas a hacer un baile muy sexy.
En el camarìn me terminè de liquidar un fernet que me habìa pedido, y de guardar todas las cosas. Me vestì, obviamente, de negro, y salì a volantear. Hubo gente muy buena onda que se sacaba fotos y gente que directamente ni querìa agarrarme el volante. De todo habìa.
Alan, respetando su seriedad, se fue casi instantàneamente luego del show, yo me quedè un rato màs charlando con los organizadores, y con los quindimils que quedaban entre la gente. Hasta que bueno, tampoco dio para seguir quedàndose, y me subì a un taxi para ir a casa.

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