Para este show de Peter Pank hubo un nivel de preparación inusual, que nos llevó a situaciones por momentos angustiantes. No por sufrir el proceso de preparación de un show, sino a veces por los horarios disparatados de ensayos a los que hubo que llegar. Ensayar un jueves a las 10 de la noche en pleno San Cristóbal, en una casa, es un problema. Un día tuve una llamada de mi vecina de arriba, pidiendo que cortemos con la música, a partir de ese momento la propuesta era ensayar con auriculares. 4 personas ensayando con auriculares, solo las voces iban para afuera. Y la viejita de al lado, con quien comparto la ventana que da al patio, ese día parece que el alzheimer y la sordera no le funcionaban, porque empezó a golpear con el bastón la ventana, causando la rotura del vidrio. Debo reconocer lo surrealista que fue ver el bastón golpeando la ventana.
Pero más allá de los problemas y fricciones que generaban este tipo de situaciones, discusiones que incluso tuve que llegar a presenciar en mi estudio (llegué a la determinación de pedir que no se discuta más en el horario de ensayo, porque entre que es tarde, si discuten, se hace más tarde de lo ya tardísimo que es). Llegamos al show enteros, por ahora, con el disco grabado y sin mezclar, y viendo qué sucedía con el show.
Ese día nos juntamos a las 6 de la tarde en el teatro, primero llegamos yo y Emilianito, como casi siempre. Luego fueron cayendo el resto.
El show requería una preparación inusual, armar todo el escenario desde cero, armar una casita que era un suplicio armar, donde los chicos perdidos hacían performances. Todo quedaba divino, hermoso, soñado. Luego de más de 3 horas de trabajo, armado de escenario y prueba de sonido, me acuesto en el "camarín-bambalinas" para descansar para el show. En eso llega Marcelo, el productor, que con su buen humor y buena onda, me regaña de que me "levante para saludar". Luego de cumplir con tan antigua, innecesaria (e inconveniente, sobre todo para una persona que debe mostrar un show con pilas y estuvo 3 horas laburando como un peón)" cuestión protocolar, sigo descansando y conversando con los chicos perdidos, mientras comemos maní japonés y habas.
Llevé mi compu y programé una playlist eterna con el virtual dj. Una playlist divertidísima llena de hits italo y demás. Luego calenté un poco la voz tocando algunos temas de rock nacional junto a Emilianito que se re cebaba con los Abuelos y Charly.
Y salimos a brillar.
El show al principio sonaba como plano, pero por suerte estaba Hernan Hana, que puso la pista en donde debía estar, y todos pudimos sonar divinamente. Se armó un lindo baile, y una gran fiesta. Estaban Wincy y Wally, los chilenos.
Después del show, de desarmar la casita y el escenario, y de tocar varios temas de rock nacional en el piano del camarín, invité a todos a mi casa, porque vivo a unas cuadritas del mandril, asi que armamos una tertulia divertidísima y bohemia en mi casa.
Y esta vez, ninguna vieja vino a golpearme la ventana con su bastón :D :D
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